
“La desigualdad de hombres y mujeres es reforzada en los diferentes procesos de socialización, uno de ellos es el Sistema Educativo sea público o privado, la iglesia, el partido político, allí se encargan de reafirmarle a la mujer y al hombre cuál es su papel por ser mujer o por ser hombre, sin embargo, lo importante de todo esto es que son construcciones sociales que se han formulado por los seres humanos, no es una condición biológica.”
Foro Dakar-Honduras, Política de género y de masculinidad, 2020, p.7

Los roles de género son construcciones sociales niñas y niños al nacer no viene con un letrero que dice lo que pueden y no hacer es el entorno familiar, comunitario, social el que va determinado el comportamiento o va modelando que es para mujeres y que es para hombres, en mundo de roles se les asigna a hombres la violencia y la subordinación de la mujer, su pérdida de identifica y de apropiación de su propio cuerpo.
Por lo escrito aquí es de suma importancia para el Foro Dakar-Honduras, formular
un manual de su política de género y masculinidad para fortalecer la perspectiva de
género en sus organizaciones miembros y en los voluntarios, y equipos técnicos de
trabajo que apoyen al comité político del Foro, que cuenten con los principios y
elementos fundamentales para defender la perspectiva de género, equidad, en los
procesos de incidencia políticas y en las políticas públicas educativas, así como en
la formación docente incidir y de carrera.
La importancia de la inclusión
No podemos dejar de lado ver que los pueblos originarios son excluidos por el sistema de toma de decisiones de la sociedad, igualmente las mujeres indígenas y las mujeres con discapacidad o las niñas por relaciones de género son doblemente excluidas por el hecho mismo de ser mujeres.
En 2015, Honduras experimentó tanto avances como desafíos en la equidad de acceso a la educación y formación para mujeres, niñas y grupos vulnerables. Las diferencias en el acceso a una educación de calidad eran particularmente notorias entre las comunidades rurales, indígenas, afrodescendientes y aquellas que vivían en situaciones de pobreza extrema. Estas desigualdades se reflejaban tanto en la cobertura educativa como en la calidad de la enseñanza. 1
Las mujeres rurales
Las mujeres rurales son responsables de más de la mitad de la producción de alimentos, desempeñan un papel importante en la preservación de la biodiversidad y garantizan la soberanía y seguridad alimentaria desde la producción de alimentos saludables. Sin embargo, viven en situación de desigualdad social, política y económica con apenas el 30% de titularidad de la tierra, del 10% de los créditos y del 5% de la asistencia técnica. Por ello es necesario trabajar en políticas públicas para promover la igualdad de género en la región. (FAO, s.f.)

- EDUCACION en VOZ ALTA (EVA) de la
GPE, Foro Dakar-Honduras y CIPE Consultores, 2023, p.20 ↩︎
